Sé lo que duele tener que callarse el amor,
Dejar sorda y muda la rabia,
Y tratar de escribir vacía.
Sé lo que duele el dolor,
El mío y el de los demás.
Sé lo que cuesta levantarse cuando las piernas flaquean,
Porque no quieren pisar el suelo.
Duele, enormemente, tener que sentir del revés,
Y tener que callarse del derecho.
Algunos no somos de piedra, papel o tijera,
somos de abrazos…