Abrí las puertas de par en par,
Para que entrase el aire con fuerza,
Se llevó la ceniza de las macetas,
Y el agua de los vasos,
Me dejó un poco de sol en la galería,
Y cientos de folios en blanco danzando por toda la casa,
Y de repente, sin despegar los pies del suelo, sentí resquebrajarse el techo,
y sobre mí, caer la lluvia en seco, en forma de agallas, y hacia dentro…