Hoy no estaba tu abrigo,
Sonaba la música igual de fuerte,
Pero no del mismo modo.
Volvería a ese «!seguro!» cogiéndote de las manos.
Y a esos besos que volaban solos,
Y se abrazaban a ti,
Sin pensar.
A veces, la misma tierra parece otra,
Sin estar junto al mar.