Hablaba el gran Galeano de «amar con vocación de eternidad»…para mí un sentido decisivo, activo, arriesgado, libre y auténtico del amor, que actualmente parece estar en desuso y al borde de la extinción. Como si el amor se fabricase en cadena, pocos somos los que estamos dispuestos a amar de este modo aún sabiendo que el final puede estar a la vuelta de la esquina. En una sociedad en la que todo tiene fecha de caducidad y hasta los móviles nacen con su muerte programada, era de esperar que el ser humano se contagiase de lo no humano y adquiriese el sentido autómata y aburrido que puede tener una máquina a la hora de amar.
Pd: Reflexiones en momentos de apnea por el puto resfriado que en este momento me posee…