Llevo puesto todo lo que me enseñaste, lo que no quiero volver a sentir, y lo que me hace sentir viva. Ambas partes son necesarias para no caer al vacío. Me siento arropada, estoy donde quiero estar, con quien quiero estar, viendo la luna que quiero ver, y pisando la arena que quiero pisar. No hay dudas en mi corazón, tiembla de seguridad, late lento pero fuerte, y lo más importante, sigue estando aquí, sano y salvo, y con más ganas de empujarme a la vida que nunca.