Piensas que estuviste y ni siquiera te acercaste, sé que es duro reconocer las distancias, pero calarme hasta el fondo es otra cosa. Seguramente no me entenderás, porque para hacerlo tendrías que hablar el mismo idioma y nunca dos pieles han estado más tan lejos de entenderse. Quiero que sepas que nunca te pensé como tu ego cree, las patadas al corazón nunca se recuerdan con cariño, y si alguna vez pasaste por mi cuerpo en forma de imagen mi vagina se encargó de expulsarla rápidamente en busca del placer de verdad. Hay lugares que no se hicieron para ti, ni siquiera para que estés de paso.