Vivos de ego,
Muertos de alma,
Rellenos del vacío que jamás puede llenarse de nada,
Nutriéndose de lo que se ve,
Vomitando continuamente, lo que día tras día se comen.
Miradas tristes, corazones amargos,
Envueltos y escondidos por dinero y propiedades.
Se resquebrajan sus pieles,
Mientras sus ropas siguen intactas.
Pulcros por fuera,
Putrefactos por dentro.
Con conflictos que fallecen antes de darse,
Sin moral ni ética en la que sostenerse…