Abrazos de té…

10 julio, 2017
Efervesciendo…
16 julio, 2017
Show all

Abrazos de té…

Hacía frío, de estas noches que nunca acaban porque congelan cada minuto. Yo no sabía qué decirte, tan sólo podía abrazarte. Tus lágrimas eran demasiado fuertes como para detenerlas, tampoco quise nunca ponerles fin. Llorar es necesario, tanto como reír. Una misma herida, distintas personas y momentos, pero mismo dolor, estaba claro que nos podíamos entender. Le abrigué con aquella manta hecha de amor, tejida por mi madre; y puse en sus manos una taza de té recién hecho. Suspiraba… su dolor estaba perdiendo fuerza…los cristales estaban dejando de atravesarle por dentro, para salir por su boca, de entre sus palabras; por sus ojos, de entre sus lágrimas; por su pecho, de entre sus abrazos. «Hablar» nos ayuda a barrer hacia fuera en lugar de hacia dentro, y aquella noche, tú necesitabas barrer muchos trastos pesados hacia fuera. No te puedes ni imaginar lo que te entendía cuando mencionabas algunas de tus sensaciones, yo también sentí que me habían arrancado la parte de mi cuerpo que más necesitaba, yo también sentí que toda mi vida se desmoronaba, también en aquellos momentos, llegué a pensar que todo era una mierda. Pero, tras muchas noches de frío y mucho «hablar» en voz alta, a solas, fuí barriendo hacia fuera, y conseguí darme cuenta de que todo aquello que parecía pensar  y sentir yo, ni siquiera era mío…

(….)

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *