Voy a llenar esta maleta, si quieres entrar en ella, date prisa, no caben muchas cosas y cuando la cierre no la volveré a abrir hasta llegar a ese nuevo lugar, ése que te sonaba tan bien y del que te hablé alguna noche entre sueños, antes de caer rendida y aplastada por tu realidad.
El último suéter, algunos de mis pendientes y mi perfume…y no habrá marcha atrás.
Maletas como casas, como cuerpos, como pasados que ya no caben, y presentes que pueden acabar rompiéndolas…
Maletas cerradas hasta próximos destinos, que se vacían en futuros lugares para ser llenadas de nuevo.