Si me das, que sea donde menos me duele.
Si me quitas, que no lo necesite.
Si me hablas, que no haya café de por medio.
Si me escuchas, no dejes de mirarme.
Si me besas, no pares de hacerlo.
Si te dejas besar, olvídate de dormir sólo.
Si duermes conmigo, ya sabes cómo despertarme.
Si me despierto, yo me encargo del desayuno.
Si comemos, después toca siesta,
Por suerte, en mi bañera cabemos los dos,
Y menos mal que hace frío,
Que no queremos morir en el intento,
Ni acabar con todo en el primer encuentro.