Mueves a destiempo las cosas,
Reviertes a contracorriente el mar,
La pared en el suelo,
La cama en el sofá,
La ropa en la calle,
¿Mi norte donde está?,
El viento queriendo entrar por el tejado,
El fuego empujando para salir por el balcón,
Mis piernas ocultando tu identidad,
Mi boca encontrando tu corazón,
El caos de cortina, dejando entrar la luna, y disfrutando del buen sol.
Sabía que detrás de ese aroma tan sutil,
Había un sabor de los de no parar de gemir…