El «primer mundo» no es inmune.

27 agosto, 2020
Los versos se consumen
27 agosto, 2020
Show all

El «primer mundo» no es inmune.

Llega la noche y antes de cerrar el ojo pienso en lo que me gustaría que sucediese mañana, querría hacer una fiesta en mi casa y abrazar en ella a todo el mundo, prepararme la maleta y repetir la fiesta en mi tierra, poder seguir viviendo sin mascarillas ni guantes, quedarme a solas con los más allegados y hablar como si nada de cualquier cosa, reír, bailar, disfrutar, y seguir viviendo, sin mascarillas ni guantes, sin alcohol ni lejía, sin tener que limpiar lo que entra en casa, sin pensar en el contagio, ni en los contagiados, sin tener la palabra «pandemia» revoloteando en nuestras cabezas, pasando por nuestras arterias, inundando nuestras calles, los hospitales y los supermercados. Querría escuchar un último aplauso desde los balcones, o directamente no escuchar ninguno, que no existiesen, que jamás hubiesen existido, que a las 20h no hiciésemos nada colectivo, sino que cada uno de nosotros hiciese lo que considerase, lo que tuviese que hacer, lo que hacía. Me gustaría darle a me interesa a un evento de música en directo y decidir ir o no una hora antes de su comienzo, libremente, sin tener presente que algún día pueden prohibirse o morir por algún tiempo. Creemos merecer vivir, siempre, aunque quizás no nos lo merezcamos, no es justo decimos cuando nos pasa a nosotros, nos sorprende que algo que puede arrasarnos ocurra aquí, en este lugar, en este país, en Europa, en este Primer Mundo, pero allá donde el hombre existe, todo es posible y nos ha tocado vivir este tiempo, nos lo hayamos ganado a pulso o no, con indiferencia de esto. Sigo tratando de cerrar los ojos pero no puedo, porque no puedo pensar en lo que me gustaría que sucediese mañana porque no es posible, y no va a ser posible hasta dentro de un tiempo y aunque ese tiempo pase, nada será lo mismo. Y esa pantalla en blanco del mañana, sólo me lleva a pensar en la esperanza, en construir la esperanza como deseo vital y necesario, de que al no poder cambiar lo que al despertar nos sucederá, sin excusas de por medio, abandonando la rabia y el dolor que nos resquebraja por dentro, consigamos cambiar nosotros. Cambiar por dentro, sin necesidad de volar a otro sitio, ni ver a nadie, sin conciertos, en silencio, sin ropa, en la más profunda soledad de nuestros cuartos o casas, cuando todo se apaga y nuestro corazón se enciende, donde los miedos emergen y podemos ser nosotros mismos, como cuando éramos niños…Ahí donde todas las puertas se cierran, construir una ventana, por donde se cuele nuestro verano, el que después de tantas tormentas vitales, siempre nos acaba llevando a la playa en un día sosegado y con sol. Cambiar internamente antes de que el virus nos extinga, matándonos de miedo o de ausencia de vida, que la humanidad continúe su vida pero no del mismo modo, que defendamos la igualdad con amor hasta sin permiso, que por encima de nuestro cadáver acaben con nuestros derechos. La espera es importante, pero también el movimiento como forma de lucha y no hablo de saltarnos las medidas de seguridad impuestas o recomendables ni de hacer el gilipollas poniendo en riesgo la vida del otro, hablo de madurar internamente para convertirnos en seres humanos que merezcan vivir y disfrutar de todo lo que tenemos, con el corazón hecho de jabón, impune al COVID y a todos los de su calaña. Humildemente creo que la esperanza nos llevará a mejores sitios que los resultados, no queda muy bonito por escrito pero no creo que esto vaya a cambiar mucho, en lo que a la calidad humana se refiere, pero la esperanza si no nos lleva a avanzar, al menos nos ayudará a sobrevivir y algunos sordos en política y con el corazón en el frente cambiaremos nuestras vidas, nuestras emociones, nuestros pensamientos, inclusive nuestras prioridades y sueños, y dejaremos de perder el tiempo y la energía en aquello que no lo merece. Si muchas personas se salvan de la muerte por Covid ya habremos ganado, si además algunos aprendemos de todo esto algo, por pequeño que sea, esta experiencia habrá resultado crucial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *