Apaga, respira…

París&Blues
17 marzo, 2018
Huellas sin rastro…
24 marzo, 2018
Show all

Apaga, respira…

Apaga la t.v, respira…, siente cómo tu cuerpo agradece ese acto de amor hacia ti, la mente se abre, el corazón responde, y tu estómago, deja de contraerse. Ahora es cuando puedes decir que estás en tu sitio, que has vuelto a ser tú, que has empezado a sentir la vida en primera persona, sin prisas, sin distracciones, sin pensar en el bombardeo constante de estímulos que se cuelan como nuestros, alterando tus ritmos, comiéndose tu preciado tiempo, drogando sigilosamente todos y cada uno de tus sueños.

Eso es…cierra los ojos, puedes permitirte no ver nada, todo lo que necesitas ver, en este preciso instante, está ocurriéndote dentro. Tu oxígeno está llegando donde tiene que llegar y tu sangre…está limpiando y poniendo el orden justo y el caos necesario, a cada uno de tus rincones. Ahora, has de decirte, que sin necesidad de hacer nada, !estás jodidamente viv@! No sabes ni cómo, ni porqué, pero lo estás, y de repente te inunda una sensación de agradecimiento que estalla suavemente por tus ojos, humedeciendo tu rostro…

Te sientes muy grande y muy pequeño al mismo tiempo, parece una contradicción, pero son sentimientos que no podrían surgir de manera independiente, eres consciente de que es marav¡lloso que una mota de polvo, aparentemente insignificante, pueda cobrar tanta importancia para ti, al ser tú.

Mantente tumbado  y trata de dejar caer tu cuerpo sobre la superficie en la que te  encuentras, déjala mezclarse, fundirse, comunicarse contigo. Repasa lentamente en qué te ayudó tu cuerpo hoy, qué pudiste hacer gracias a él,  y porqué tu mente y tu corazón han decidido apagar la tele para sentirte, para sentirse.

Estamos, aquí, no sé porqué, nacimos porque dos personas desconocidas nos crearon, nos fuimos construyendo poco a poco, física, mental y emocionalmente, con las dificultades que esto conlleva, con los frenazos abruptos, con los empujones, con nuestros agujeros. Desconocemos el motivo, el para qué, la vida escapa a nuestro control, al igual que la muerte, aunque nos empeñemos en creer lo contrario, para sentirnos más seguros. Sin razones para vivir, comenzamos la vida, sencillamente porque sí, si nos falta el aire, respiramos, si tenemos hambre, comemos, del modo más simple y lineal que existe, y así vamos creciendo, y a medida que pasa el tiempo, vamos haciéndolo todo más bello y profundo, pero también más complejo, y es cuando olvidamos, que todo cuanto tenemos es lo más valioso que podremos tener jamás, y que ya lo conseguimos en el mismo momento en que comenzamos a ser, aquel día cero. Lo olvidamos, atrozmente, con el día a día, con la rutina, con el estrés, con el desamor, con la soledad, cuando nos llenamos de miedo,….llegándonos a sentir vacíos y perdidos, sin estarlo, siendo urgente apagar la tele, respirar y cerrar los ojos, para darnos cuenta, de que estamos tan llenos que hemos cometido el error de derrocharnos…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *