Si crees que lo sabes todo, no sabes absolutamente nada. Las personas a las que más admiro siempre me resultaron más grandes de lo que ellos creían ser y de lo que aspiraban a ser. Tanto rollo de superación vacío, sin una base de valores que nos estructure para ser, estar y vivir como humanos, está alimentando egos con patas, psicópatas de alma, sin cerebro ni corazón. Se creen capaces de todo, creen que lo saben todo, creen que pueden tenerlo todo y a menudo, por desgracia, consiguen cargos que les reaseguran sus convicciones. Y así vamos, gobernados por auténticos discapacitados de humanidad, sin saber ni porqué ni hacia dónde, acatando órdenes, tragándonos una injusticia tras otra, sin hacer absolutamente nada o haciendo pero con poco margen de acción, limitados a los deseos del poder, que nada tienen que ver con los nuestros y siendo conocedores de ésta única y funesta realidad.