Comencé escribiendo en negro pero el azul del mar se acabó comiendo las hojas,
Se desbordaban las olas en mi interior,
Los recuerdos se golpeaban contra las rocas,
Me asomé creyendo ver más allá que el faro que iluminaba mi espalda,
Mi cabello bailaba al son del miedo, mi camisa se alejaba de mí, dejando mi piel al descubierto…
Me apetecía lanzarme, adentrarme en aquel oscuro y dulce mundo sin reparo,
Ser llevada por él, ser descubierta por las profundidades,
Lejos del murmullo vacío de la ciudad, amanecer flotando con fuerza bajo el sol inevitable,
Ser comida por las corrientes que ansiaban encontrarse con un corazón que no fuese capaz de respirar bajo el agua.