Dejamos de desear lo que creemos que es nuestro, porque nos identificamos con ello hasta perder nuestra verdadera identidad, confundimos nuestro todo con la parte, y nos conectamos a ella como si nuestra energía vital dependiese de su existencia.
Y entonces, muere el deseo, y con él, nuestra única conexión…

DeseoInconexo, engloba todo aquello que deseamos porque no lo poseemos, todo deseo que nace de querer conectarnos sin aferrarnos a ese elemento de por vida. DeseoInconexo, es mi motor vital, lo que mueve mi cuerpo y mi mente de un lado a otro, con un enriquecedor sin sentido; Es una sensación primitiva que me conecta con la libertad plena, capaz de atravesar las cicatrices sin dolor y adentrarse en las profundidades más viscerales, consiguiendo hacerme gritar sin cabeza y, llorar sin corazón, y dejando el equilibrio en manos de la parte más instintiva de mi ser, que a diario revoluciona, sin previo aviso y con fuerza, mi interior.

Escribir se queda corto ante un tornado de humanidad de tal magnitud, pero es un recurso muy válido cuando se trata de transmitir sin reprimir, de dar vía libre sin cuadricular, de expresar sin miedo a errar, de explicar sólo aquello que de él yo quiera aclarar, de crear incógnitas, de llenar de dobles sentidos, de autobiografiar y/o inventar, llegando incluso a la raíz de la imagen, cuando lo escrito no me permita cruzar la línea que estoy dispuesta a cruzar...